lunes, 11 de junio de 2012

Conversación en torno a mi entrada «Ser Gay y Ser Panista»

Hace unos días publiqué en Facebook un texto en torno a los homosexuales y su relación con cierto partido político. Esto sucitó una conversación,principalmente con un amigo mío –el cual también tiene como profesión la filosofía–. Esta conversación se me hizo interesante porque ayudó a aclarar cierto puntos que he estado pensando desde hacía ya mucho tiempo. Aquí les dejo los comentarios, son (hasta ahora) sólo dos:

Andres Marquina @amarhoyos : Ser gay no es una postura política, ni una identidad, ni mucho menos, por más que quieran, sólo es una preferencia sexual y nada más, cualquier otra determinación tiene prejuicios infundados que violentan la individualidad de muchas personas. Lo siento pero esa es mi opinión. Ser homofóbico es una conducta violenta que debería ser perseguida por la ley. No me gusta usar ningún término que designe un grupo "concreto", como "los gays" los "estudiantes" los "hombres" etc. Creo que si quieren dejar de ser ciudadanos de segunda, como tú dices, deben dejar el "discurso gay", "lo gay", "lo buga" en paz, y hablar de derechos civiles sin discriminación. (como Josefina con su discurso de la mujer diferente) Las identidades destruyen, excluyen y eliminan la diversidad. ¿Quieren hablar de diversidad? Quítense ese velo de que por ser homosexuales tienen algo significativo en común. Tú y mi tíastro panista (que no puede salir del closet con su mamá) tienen en común una preferencia sexual y un pene, pero nada más. No le veo el punto de homologar la diversidad de cómo cada quien experimenta su sexualidad. Simpatizo con Mujeres críticas del feminismo, y judíos críticos del sionismo y sus derivados pro-semitas. No es que sea antisemita o misógino sino enemigo del discurso que usurpa la diferencia, la autodeterminación y la independencia de los individuos. Por un mundo abierto a la diferencia radical. Espero que no veas esto como viniendo de un hombre blanco heterosexual de clase media alta, sino de un amigo, filósofo, crítico, que respeta la diferencia como tal, y no las identidades que la diluyen. Y por otro lado, soy 132 no es por ser "estudiante" o joven, sino porque ahí se da el espacio abierto de la diferencia, no todos lo ven aún, pero va por ahí.

Clemente @Jose_Clemente : Estoy de acuerdo con lo que dices Andrés, muy de acuerdo. El problema no es ése. La cosa es que hay que dividir esto en dos niveles, uno estratégico (posiblemente) táctico y otro crítico. Tu nivel es el nivel que tendría cualquier teórico (como yo). Pero el nivel teórico no es lo mismo que el nivel práctico, y el nivel práctico es importante, sobre todo en política. Tú puedes separar la parte política inherente en ser homosexual porque ya estás inserto en un mundo donde estamos trabajando en la parte crítica. Pero antes ser homosexual sí era algo político, era y es. Es como decir que los movimientos negros o femenistas no tuvieron ningún sentido práctico porque generalizaban una supuesta identidad. Tengo que decirte que esa «supuesta identidad» identifica en un sentido espacio-temporal. Pensemos a las mujeres. Las mujeres son distintas: hay mujeres ricas, pobres, negras, blancas, orientales, occidentales, gordas, delgadas, homosexuales y heterosexuales ¿cómo surge una cosa como el feminismo? Cuando en un momento las circunstancias de un grupo heterogeneo se homologan en un plano. Ahí surge tu mujer que lucha por su derecho a voto, al divorcio, a la autonomía económica, a la equidad en materia de trabajo y educación. Después el movimiento se disgrega, se separa, surgen nuevas diferencias, surgen heterogeneidades, se des-identifican, ya no sufren las mismas circunstancias. Así mismo pasa con una supuesta «identidad homosexual», es política porque nos identifican una serie de circunstancias que sufrimos, sufrimos un gueto que no se anula pensándonos diferentes como toda la gente. (YoSoy132 creo que es algo parecido, nos identifica ahorita una cierta urgencia, pero después se va a heterogeneizar, y no está mal, es lo más natural, no somos una identidad perenne).

Ahora mismo el PAN se pronuncia en contra de ciertas garantías que nos homologan a las garantías que ya gozan los ciudadanos heterosexuales. Es ahí donde somos ciudadanos de segunda, no nos identificamos nosotros por nuestra preferencia sexual, NOS IDENTIFICAN, somos subjetivados desde que somos excluidos, pero en medida de que aparecemos como sujetos de derecho podemos discutir con el Estado (A diferencia de minorías como los afro-mexicanos que no existen como sujeto de derecho, no son una identidad política y por lo mismo están amenazados en su supervivencia. El Estado los ignora y condena a la pobreza extrema, no existen, justo como los homosexuales antes de que existieramos como sujetos de derecho, ése es el nivel táctico: el de la supervivencia) Pero al mismo tiempo debemos de vivir dentro del nivel crítico, el nivel que heterogeniza, el que sabe y pone en cuestión este sujeto de derecho, esta «identidad». La cosa es que no podemos proceder al revés, yo creo que debe ser un doble movimiento, así se pensó en los ochentas y así pienso ahora que debe ser. No ignorar esa manera de proceder del sistema (porque amenazaría nuestra propia existencia), pero también criticarlo, modificarlo, deconstruirlo, etc... El nivel crítico es la pregunta de Foucault ¿Cómo no ser gobernado de esta manera? Es la crítica queer a la identidad, es el acontecimiento de Deleuze... Estoy consciente de eso como teórico, pero creo que no debemos desatender el otro nivel, el táctico, el de la supervivencia real de los individuos, es ahí donde se inserta lo que yo digo. Los gays no podemos ser panistas, lo digo una vez más, eso atentaría contra nuestra existencia.

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