A la sombra de la Jacaranda

A la sombra de la jacaranda
abajo, abajo, hasta abajo
se encuentra mi amor
revestido de morado
abajo, abajo, muy abajo
así me sentía yo
jacaranda, jacaranda
jacarandita de mi amor
¿qué puedo hacer de mi vida?
¿qué puedo hacer corazón?
si ya no me sabe a morado
si ya no me sabe a allá abajo
ni abajo, ni abajo, ni hasta abajo
si ya no siento dolor
jacarandita mía
dime ¿qué puedo hacer yo?

Amémonos que ya hay puerta

¡Amémonos que ya hay puerta!
en la habitación que tanto quiero
de día, tan de mala gana abierta
de noche, tan llena del hombre por el que muero

¡Amémonos que ya hay puerta!
que aquí ya nadie importa
en la intimidad con tu tranqulidad casi yerta
y el ardor de mi pasión que tanto me alborota

¡Quítate la camisa!
¡Sácame la playera!
¡Déjala en mi repisa!
¡Déjala en mi escalera!

Vayamonos encuerando
cúbreme entero de besos
poco a poco te me vas dando
poco a poco estamos inmersos

¡Amémonos que ya hay puerta!
cubrámonos de la sociedad
espantosa, que tiene mi alma muerta
impura tan fea, llena de suciedad

Abutzin

La tarde canela de la piel viril de un monte
en la espiral de humo del tabaco que tanto te gusta
la anchura de la carne y la paquidermia de tu silueta negrusca
Venus ilumina este pedazo tan exquisito del día
la estrella de la serpiente emplumada te gobierna
la estrella de las voliciones, la estrella del café, la estrella
¿Será por eso que lo evitas tanto?
magnetismo puro que rechaza lo igual
iluminación de ojera sepia, iluminación en tu penumbra
El amor bendito que te empacha y se contiene en tu tan estoica piel
Es un muro tan gracioso que espira ese aroma tan característico
lo poros que destilan el café infinito
el amor que los revienta
El fuego que te ataca.... el acceso de tristeza
la materia se condensa y se sublima en la pesadez de tu carne
Melancolía infinita que resulta del choque de estas grandes potencias
El escándalo de tu interior se ahoga con el silencio de tu cuerpo
Tragedia idílica, coraje, descontento
en la bella silueta minimalista de la gravísima lentitud de tu existencia
Titán muy pesado, corpúsculo muy etéreo
lucha incesante que se resume
entre la embriaguez de la orgía de tu alma Dionisiaca
y la dulzura infinita de tu espíritu Apolineo
la ira y la locura del ritual xochipílico que se transmuta en el perfume espumoso de la flor y el canto
Xochipilli, la locura, lo sublime.... el llanto
todo ello encerrado en la gravísima piedra de tu sensatez
poesía, rito, gemido, y canto
todo eso abu....todo eso, tú
´(¿Será por eso que te quiero tanto?)
Clementzin