sábado, 12 de septiembre de 2009

Soliloquio en cuatro "dialogos" distintos

Amor que te como a puños
háblame con palabras de hombre
al calor de la luz de la mañana
¿Qué no ves que estoy cansado?
cansado de la vida que me rompe
y el labio de la suerte que no me besa
cansado de estar cubierto de tanta mugre
cansado de vivir, cansado de tristeza

Amor que te como a puños
háblame con palabras de hombre
al calor de la luz de la mañana
y que el imán de la tristeza del alba
se encierre entre los brazos de escuinclas putilingas
entre los ombligos de los galanuchos
que manosean una nueva teta cada día.
Esas niñas de maquillaje barato
que tanto me recuerdan al espejo
que se rie de mi cada mañana

Pero amor, amor que te como a puños
háblame con palabras de hombre
al calor de la luz de la montaña
y enseñame la dorada lejanía
la dorada medianía
de un corazón que pasa.

Amor, amor que te como a puños
háblame con palabras de hombre
al calor de la luz de la ventana
que tengo miedo de mi memoria
que tengo miedo del feo armario
armario feo e incendiario
que me muestra que eres imaginario

pesaditas

En la esquina del cielo
do el amor ya no me alcanza
ahí....ojos de toro
ahí....sólo yo

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desde nada salgo
luchando
lucho
con toda fuerza
para volver a nada
como humo
pero no un simple humo
un humo glorioso
un humo....que da sentido
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en el entre sí y no
dos días... y me voy

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un día lleno de corpúsculos en el eter
que brillan a la sombra del dorso dorado de una hoja
un día bello, lúminico, celeste
un día secreto que nadie abraza
porque, infame día, nadie te alcanza


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Fiesta taurina la que me empacha
entre los sudores viriles de mis ideas
y un asco de vomito de mariposa puta
borracha cual amor de mi ventana
donde el suspiro del muchacho espera
la estrella pesadita de la mañana
y el niño que pasa
pasa frente al zaguán de toda una vida distraida
así, el muchacho que le ve ...se emociona
¡ja! otro sentido... para este día

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